La contaminación sonora o acústica es un problema medioambiental poco estudiado en comparación con otros tipos de contaminación. Una de sus particularidades es que se asocia más a los contextos urbanos y que, contrariamente a otros problemas medioambientales, goza de cierta protección social ya que vivimos en una cultura del ruido (Basso, 1997: 51). Así, el ruido que prolifera en las grandes ciudades, pasa muchas veces inadvertido tanto para políticas públicas de control como para demandas ciudadanas.
Sin embargo, puede producir problemas en la salud, tanto física como psíquica y social, atentando no solo contra nuestro cuerpo sino contra nuestra facultad de comunicarnos y realizarnos como seres sociales. Por tanto, se trata de un problema tanto medioambiental como sociocomunicacional. En este ensayo intentamos definir al ruido, analizar sus consecuencias nocivas, sus implicancias respecto de la comunicación, como así las tensiones e incógnitas que se nos plantean con respecto a la libertad de expresión.